Posibles situaciones que nos pueden llevar a sufrir de uñas encarnadas (onicocriptosis)
Cortar las uñas demasiado cortas
El corte excesivo de las uñas puede alterar la forma natural de estas. Si se cortan de manera muy angular o en forma demasiado redonda, es más probable que los bordes de las uñas se claven en la piel en lugar de crecer hacia arriba y hacia afuera.
Por otro lado, algunas personas tienen una mayor predisposición a sufrir de uñas encarnadas debido a factores genéticos o anatómicos. Esto significa que aunque corten las uñas de manera adecuada, corren un mayor riesgo de que se encarnen.
Usar zapatos demasiados ajustados
Ajustar los zapatos demasiado puede causar uñas encarnadas debido a la presión excesiva que ejerce sobre los dedos de los pies. Cuando los zapatos están demasiado ajustados, los dedos se ven comprimidos y pueden empujar hacia abajo las uñas, causando dolor e incomodidad. Esto a su vez puede provocar que las uñas crezcan hacia los lados en lugar de hacia arriba, lo que resulta en una uña encarnada.
Para prevenir las uñas encarnadas, es importante usar zapatos que se ajusten correctamente y brinden suficiente espacio para que los dedos se muevan libremente.
Recuerda que cuidar adecuadamente tus pies y usar calzado adecuado son medidas importantes para prevenir problemas como las uñas encarnadas
Tener una predisposición genética a las uñas encarnadas
Existen varias predisposiciones genéticas que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar uñas encarnadas. Algunas de ellas incluyen
Forma de la uña: Algunas personas tienen una forma natural de las uñas que las vuelve más propensas a encarnarse. Por ejemplo, las uñas curvadas hacia abajo ( uñas involutas)
Anomalías en el crecimiento de las uñas: Algunas personas pueden tener deformidades en el crecimiento de las uñas, como uñas que se curvan hacia adentro o que presentan surcos o irregularidades. Estas anomalías pueden aumentar el riesgo de que la uña se incruste en la piel.
Grosor de las uñas: Las uñas gruesas o densas pueden tener una mayor tendencia a encarnarse. Esto se debe a que su crecimiento puede ser más difícil de controlar, lo que aumenta las posibilidades de que se claven en los tejidos circundantes.
Es importante tener en cuenta que si bien estas predisposiciones genéticas pueden aumentar las posibilidades de desarrollar uñas encarnadas, no garantizan que una persona las experimente. Además, hay otros factores externos, como el corte incorrecto de las uñas o el uso de calzado inadecuado, que también pueden contribuir a este problema.